Entre 1999 y 2003, rastros de ADN de una misma mujer fueron identificados en la escena de 40 crímenes concurridos en Austria, de los cuales 6 fueron asesinatos.
Pronto la prensa la bautizó como la “fantasma de Heilbronn” por lo que la policía, desesperada por encontrar algunas pistas que las llevara a su arresto, ofreció una recompensa de 300.000€ .
Pasaron 16 largos años hasta que se descubrió que los rastros de ADN pertenecían a una mujer de una fábrica de Bavaria que fabricaba los bastoncillos de algodón con los cuales se realizaron las muestras.
Soy Laura y te doy la bienvenida a mi blog. Oposito a justicia y soy estudiante de criminología. Publico entradas sobre temas relacionados con las materias que estudio, otras de interés general y pequeñas reflexiones. Espero que te quedes y disfrutes de mi “pequeño mundillo”